lunes, 19 de enero de 2009

Pargos en verano.

De nuevo con ustedes, en esta ocasión are una remembranza de un fin de semana en julio ase algunos años atrás.

El lugar, la barra de caballos en la costa tamaulipeca, uno de los mejores puntos de pesca en todo la parte norte del golfo de México, en esta ocasión nuestro grupo se integro por mi buen amigo Gerardo Garza y su amigo el señor Willi, dos excelentes personas, arribamos a la barra el viernes por la mañana, después de algunos momentos difíciles por las condiciones del camino garcías a lluvias excepcionales de la noche anterior, pero nada que nos pudiera parar, alas 9 de la mañana recogimos la lancha que nos había rentado el buen Chucho, colocamos el motor y subimos todo el equipo, el comienzo fue algo accidentado ya que encallamos en un bajo y tuvimos que bajar de la embarcación para empujar.


Cruzamos el canal y nos dirigimos a la escollera norte de la barra, de inmediato preparamos las cañas, la selección de señuelos en mi caso para esa mañana fue la siguiente.-


1.- Yo-Zuris Emperador

2.- Mirrolure Catch 5

3.- X-Rap 10

4.- Yo-Zuris Crystal Minnow

5.- Mirrolure 51MR


Abrí las acciones usando una caña Shimano Clarus de 8”6 pies de largo, Medium Heavy, acción rápida, carrete ABU 6000C con línea de 15 libras monofilamento marca Stren, shock líder de 20 libras, curricán Yo-Zuris Emperador de 4.5 pulgadas de largo. En los primeros tiros no hubo respuesta pero ajuste el ritmo de recobro a una velocidad menor a lo que acostumbro, esto fue la clave, no tardo mucho en picar el primer pargo casi llegando a la horilla de la escollera, el golpe fue violento y rapidísimo, después de unas buenas corridas salio el primero, un hermoso pargo en el rango de los dos kilos, esta fue la historia de todo el día, múltiples ensartes, mi señuelo quedo desecho con toda la pintura desprendida con marcas de dientes en todas partes, guardamos algunos para la sena.


Después de la sena platicamos y comentamos sobre los resultados del día claro acompañados de un buen vino, durante la madrugada callo un diluvio una de esas tormentas que te despierta por la intensidad mas el espectáculo de rallos, para las cinco de la mañana parao la lluvia, preparamos el café, desayunamos, abordamos la lancha, de nueva cuenta el destino la escollera norte desgraciadamente el mar se encontraba algo picado y los peses brillaban por su ausencia.


Como a las dos de la tarde observamos una pajarera en la escollera sur por lo que decidimos subir ala lancha para cruzar el canal nuevamente, tocamos tierra, aseguramos la embarcación, tomando rumbo a la laja un montículo de piedras ubicado al fondo de la escollera, Gerardo gancho un buen róbalo usando un Mirrolure Catch 2000 color 18, Willi se coloco en el borde de la laja con el agua a la cintura obteniendo algunas buenas truchas moteadas usando un Yo-Zuris Crystal Minnow.


En lo personal me coloque frente a la playa que se forma al costado de la escollera, mi señuelo el X-Rap 10, los macabíes atacaron en forma inmediata, durante mas una hora fueron incansables, me divertí mucho con ellos, pero preferí cambiarme de lugar esperando poder encontrar las truchas moteadas, la decisión funciono, prendí algunas pero de no muy buen tamaño.


Callo la tarde bajo colores rojizos en el cielo, nuestro tiempo terminaba, solté los últimos tiros sin resultados pero la experiencia no la cambio por nada.


Espero que este relato les agrade un afectuoso saludo a todos.

1 comentario:

Fish dijo...

Hector buen trabajo, estoy leyendo tus articulos y se nota claramente tu pasión por la pesca.
Espero seguir leyendo tus futuras crónicas, y señuelos favoritos,
un saludo desde la otra parte del charco!